sábado, 21 de febrero de 2009

Un poema de Gabriela Abeal


La casa oscurecida

No me atrevo
a sacar las manos de mis ojos,
a abrir las puertas,
a dejar sin cerrojos las ventanas.
Las paredes se ocultan de la vida,
los muebles sufren,
la cocina vive en la tristeza
y en el patio
los rosales lloran pétalos de sangre.
No me atrevo
a vestirme de colores,
a maquillarme con tonos esperanza,
a las uñas
las ha cubierto el calcio
son diez novias
en el altar abandonadas.
No me atrevo
el miedo es paranoico,
bipolar en cada nueva bocanada.
No me atrevo
a ver la imagen del espejo
la que muestra
que no eres parte de mi cama.

18 de Febrero de 2009 (Gabriela Abeal)

viernes, 13 de febrero de 2009

Feliz dia de la amistad y el amor...


DE EDUARDO GALEANO...

Ventana sobre una mujer


Esa mujer es una casa secreta.
En sus rincones, guarda voces y esconde fantasmas.
En las noches de invierno, humea.

Quien en ella entra, dicen, nunca más sale.
Yo atravieso el hondo foso que la rodea.
En esa casa seré habitado,
en ella me espera el vino que me beberá.

Muy suavemente golpeo a la puerta, y espero.

Otra ventana sobre la palabra

La A tiene las piernas abiertas.
La M es un subibaja que va y viene entre el cielo y el infierno.
La O, circulo cerrado, te asfixia.
La R está notoriamente embarazada.
- Todas las letras de la palabra AMOR, son peligrosas -

comprueba Romy.Cuando las palabras salen de la boca,
ella las ve dibujadas en el aire.

martes, 10 de febrero de 2009

Yo espero

Pintura de Fernando Gómez/CUBA


Yo espero

Se esconde,
da vueltas y se encierra.
Camina en litigio perpetuo,
se pinta de cal sobre paredes.
Hace un hueco que muestra dimensiones.
Se presenta sin abrigo en la noche fría,
se abraza al sol en la mañana de fuego.
Abre los ojos,
mira al panorama incierto.
Busca entre los pies su posición correcta.
Grita sin voz,
hace ecos entre nubes que no llegan.
Se moja en cada gota de un mar desenfrenado,
se aferra a mi cuerpo dividido.
Yo espero,
y la distancia anula los caminos.

Pedro Pablo Pérez S
Febrero 10/2009

domingo, 8 de febrero de 2009

Un poema de Carlos Rodríguez Ferrara/ Venezuela



Carlos Rodríguez Ferrara, desde su llegada al mundo el 24 de abril de 1962, en la Ciudad de los Caballeros, Mérida, Venezuela, hasta su lamentable muerte, la madrugada primaveral del 17 de marzo de 1983, en la misma población, nos deja una vida efímera y una voz poética, con apenas veinte años de recorrer su travesía. Vivió intensamente, sus viajes por Europa, Cuba, Colombia y su país natal Venezuela, la música clásica, la ópera y la literatura, y, estaba a punto de graduarse en la Universidad de los Andes, en Lenguas y Literatura Clásica.


Asi nos dice María Cristina Solaeche Galera, en su ensayo: Carlos Rodríguez Ferrara:La lucidez de la eternidad como destino estético.
Ensayo, del cual podrá leerese un extracto en la edición, Marzo/Abril, de la Revista digital: Voces de Hoy. Sin embargo, hoy hemos deseado presentar algunos de sus versos.

Esa luz
es la muerte
que nos busca.
Viene,
traspasa cristales
y
se queda
al lado nuestro.

Tras los pasos
dejo –cayendo,
bailando-
mortalmente
las hojas
y en esa ausencia
de colores
pega en el alma
tanto que duele.

lunes, 2 de febrero de 2009

Presentación de Editoriales