Lasciva madrugada.
Y ya no estabas en mi ámbito celeste
porque tu piel se convirtió en hechizo de gitana.
Tu voz fracasó al cruzar los mares
y tropezó un poco tarde en mis oidos.
Aún asi pretendo saborear tu cuerpo
lamer cada espacio libre del hechizo.
Fundirme en tu espalda sentenciada
protegiendo mi espada de otros duelos.
Para cuando el sol se haya marchado
quedaran tus huellas en mi cama,
y un sudor caliente sofocará el desvelo
que produjo mi erección de madrugada.
2 comentarios:
Redondito (como se dice aquí) y contundente.
Saludos.
Gabriela.
Gracias Gaby, por acá también decimos asi" redondito"
Un abrazo
Publicar un comentario