lunes, 18 de febrero de 2008

Arbol Ajeno.

Arbol ajeno.

Y yo me quedo en el tiempo
de palabras dispersas,
buscando una imagen
que se devuelva al espejo.

Miro tu rostro de fruta fresa
-pera recien cortada-
Jugosa al paladar ajeno.

Siento que mis manos
ya no alcanzan a tus ramas.
-fueron cortadas por brazos forasteros-.

Y yo me quedo labrando nuevas tierras;
a la espera de frutas congeladas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pedro: sigue la persistencia del recuerdo "a la espera de frutas congeladas", y esto es precisamente el asombro con que nos atrevemos a no entender... Un abrazo por esta amistad desde el Sur. Tere.

Alicia dijo...

Preciosa, Pedro. Cuántas lecturas...cuánta melancolía.