La carta.
La carta está deprimida en el camino,
sin tu nombre ilustrando el remitente.
El buzón quedó hambriento de tu huella
y mis manos danzaron el silencio.
La carta es blanca; sin letras ni mensajes.
Una hoja de papel luchando con el viento.
Está libre del sobre que la encierra;
ausente en el verso del poema.
La esperanza murió junto a la carta.
La carta está deprimida en el camino,
sin tu nombre ilustrando el remitente.
El buzón quedó hambriento de tu huella
y mis manos danzaron el silencio.
La carta es blanca; sin letras ni mensajes.
Una hoja de papel luchando con el viento.
Está libre del sobre que la encierra;
ausente en el verso del poema.
La esperanza murió junto a la carta.
5 comentarios:
Hermosísimo poema, Pedro.
Y hablas de cartas, bien; mañana salen los libros con una carta para Rattia; tengo deseos de que haga unas notas sobre tus libros. Ya es la una de la mañana y te escribo. Hoy participé en una actividad de tipo político; ví mi blog y alguien del internado (cárcel) me escribió. Son lectores...es así. Un abrazo y hermoso tu poema. Tere
Bello poema. Que las cartas no dejen de protagonizar nuestras vidas. Continuo enviando epístolas a una persona muy querida por mi.
Un abrazo amigo Pedro.
Hola, Pedro: muy bello, me encantaron estas líneas.
"La carta está deprimida en el camino,
sin tu nombre ilustrando el remitente".
Me gustó la fuerza que tiene.
Gabriela.
Querido Pedro: una carta es algo vivo entre las manos, es la vida palpitando en cada letra y su ausencia es el dolor que nos queda en el vacío buzón de nuestra alma.
Hermoso poema amigo, entrañable como siempre tu voz.
Besos,
Migdalia
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