miércoles, 23 de abril de 2008

Ola del silencio

Pintura de Carlos de Haes

A mis hermanos, que buscando un rayo de luz
encontraron el silencio.

Ola del silencio.

Tibia quedó la ola
que punzante cruzaba mi camino.

Arrastrando un último suspiro,
teñida de vidas apagadas
y cuerpos convertidos en peces
-cegando el rugir de la marea-.

Tibia quedó la ola
de aquellos que murieron sin arena.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

"Ola del silencio", que aún pugna por hablar, en nuestras vidas. Quiere acercarnos a rincones ocultos no reconocidos. Ojalá, la dejemos. Felicitaciones por el poema.

http://webs.uolsinectis.com.ar/vida-reflexion

mercedes saenz dijo...

Pedro es tremendo este poema. Deja el corazón en la orilla. Si algún día tenés tiempo me gustaría que por mail me contaras si fue escrito aludiendo a alguna historia en particular. He quedado en el fondo con ellos. Un abrazo. Mercedes Sáenz

Anónimo dijo...

¿donde estará el párroco brasileño que con sus globos de colores desafió al aire por satisfacer las necesidades de sus feligreses?

Voló con miles de globos, pasó por Argentina y... parece... que debió de caer en esos mares.

¿Estará ya en esos peces?

Un sueño, una gran idea y un final que no se esperaba. Una gran gesta para el recuerdo y ahí estan tus peces.

Dios quiera que se le encuentre... lo que no parece que pueda llegar a suceder. Lo siento.

La poesía real como los globos de colores se encontró con un trágico final.

Saludos desde mi pecera. Y un homenaje sentido y dolido al desconocido párroco que hizo realidad tu poema.

Alicia dijo...

Increible la forma y el estilo. El final es, en sí mismo, un poema. Me encantas, PP

mercedes saenz dijo...

Pedro, calidamente llegaron las palabras. Un abrazo. Mercedes